De camino a su base, el Seaview se encuentra con un submarino abandonado y hundido desde hace más de 60 años, un pecio que yace en el fondo del océano. Pero el U444 parece tener vida propia: se levanta del fondo del mar y desde su interior se oyen golpes (¿de algún superviviente solitario?) Inexplicablemente, su ubicación de hundimiento está a más de 5.000 millas aéreas de donde supuestamente se hundió, víctima de la Primera Guerra Mundial. Entonces, el submarino fantasma desaparece misteriosamente. Poco después, el capitán Gerhardt Kruger es rescatado en el mar, y al subir a bordo, su rostro se tiñe brevemente de un extraño color rojo, presagiando que éste no va a ser un episodio cualquiera. Kruger afirma ser el capitán del S.S. Edelweiss de Hamburgo y que, increíblemente, su barco fue hundido por un submarino de la Primera Guerra Mundial. Sospechando del desconocido, pero sin poder precisar el motivo, Crane asigna a Kowalksi la vigilancia de su camarote. A pesar de ello, Kruger parece ir y venir a su antojo, apareciendo en los pasillos, en el camarote de Nelson y, aunque no lo sabe, Crane sospecha que ha alterado el rumbo del Seaview. Ordena que se encierre a Kruger en el calabozo para evitar más interrigantes. Como era de esperar, el fantasmal desconocido no permanece allí, y pronto aparece en el camarote de Nelson para exigir al almirante que mate al capitán Crane para que él pueda poseer su cuerpo.
Crane y la tripulación se sienten aliviados, pero no Nelson, que sigue teniendo el paralelo 16 sobre su cabeza. En el camarote de Nelson, el capitán y el almirante están discutiendo sobre Kruger cuando aparece una pistola en el escritorio de Nelson.
Crane y la tripulación se sienten aliviados, pero no Nelson, que sigue teniendo el paralelo 16 colgando sobre su cabeza. En el camarote de Nelson, el capitán y el almirante discuten sobre Kruger cuando aparece una pistola en la mesa de Nelson.
Dirigido por Kruger, Nelson coge el arma y, bajo gran tensión, está a punto de disparar a su amigo. Recuperando el control justo a tiempo, el Almirante tira el arma con horror.
Demasiado pronto, el radar detecta un objeto de superficie que avanza hacia el Seaview. En el puente, Crane ve al U444 acercándose a través de la niebla nocturna: la figura de Gerhardt Kruger se pone en guardia en la cubierta mientras intenta embestir al Seaview. Crane ordena que se dispare un misil magnético y destruye el viejo submarino, que aunque está bajo el control del fantasmagórico Kruger, está hecho de frío y duro acero, y por tanto sujeto a la destrucción. El U444 se dirige al fondo y Crane se dirige a la sala de control.
Casi inmediatamente, Kruger aparece en la cabina de observación con sus propias observaciones.
Kruger: "¿Qué tipo de torpedo disparó al U-Boat?"
Crane: "No era un torpedo. Era un misil buscador de metales".
Kruger: "¿Y la niebla no proporcionaba cobertura?"
Crane: "Nuestros reflectores infrarrojos vieron a través de ella" .
Kruger: "Caballeros, debo p
