(Reuters)- La espera es larga, pero merece la pena para conseguir los alimentos que ayudarán a mitigar el hambre de los residentes de Kramatorsk. Una de las últimas ciudades que resisten a la invasión Rusa del Dombas. Aunque ya es la tercera ola de suministros, el alcalde de la ciudad ucraniana asegura que no es suficiente.
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