Kabul (Afganistán), 12 ago (EFE).- La muerte en Kabul del líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, derribó de golpe la imagen de cambio que querían transmitir los talibanes desde su regreso al poder, del que se cumple ahora un año, con la incertidumbre de si Afganistán será de nuevo un refugio para terroristas mientras persiste la amenaza del Estado Islámico (EI).
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