El Gobierno Sánchez y todas sus terminales mediáticas han salido en tromba contra Isabel Díaz Ayuso como es su costumbre, pero la presidenta de la Comunidad de Madrid tiene razón.
Y no solo porque la prohibición de tener escaparates y edificios iluminados generará “inseguridad” y espantará “el turismo y el consumo”.
El plan de ahorro energético de Pedro Sánchez es una estafa. Y gorda.
Claro que vamos a ahorrar en electricidad en lo que resta de año, pero no por las medidas que impone el Gobierno PSOE-Podemos, sino porque no hay dinero para conectar el aire acondicionado o encender la calefacción.
Todo indica que el precio de la energía seguirá subiendo, entre otras razones porque Putin va a ir cerrando progresivamente el grifo del gas ruso.
Desde mucho antes que Sánchez anunciara su plan, los españoles ya habían reducido el consumo por pura necesidad. Si hace un año el 11% de la población ya no podía hacer frente a la factura, cuando llegue el próximo invierno, el consumo de calefacción caerá mucho más de ese 7% que nos quieren imponer.
Por eso, Ayuso está en lo cierto: el ‘plan oscuro’ de Sánchez tiene más de propaganda que de otra cosa.