Aquí no hay quien viva. Literalmente.
Y no por la ola de calor, que es agobiante, pero aflojará el próximo fin de semana.
Lo que está haciendo imposible la existencia a millones de españoles, son los precios.
Oficialmente, subieron un 10,2% en el mes de junio, pero las estadísticas no reflejan toda la realidad.
Por ejemplo, el precio del aceite de girasol ha aumentado un 88% desde junio de 2021 y eso, sumado a la sequía, ha hecho que el aceite de oliva cueste un 27% más que hace un año.
La pasta también cuesta mucha pasta. Los socorridos macarrones, los espaguetis y los fideos, son ahora un 30% más caros.
La harina, los huevos, la mantequilla y la leche también han subido. Así que si quieres hacerte un bizcocho, te va a costar casi un 24% más.
De la fruta fresca, la carne o el pescado mejor ni hablamos.
Tampoco de los hoteles o los restaurantes.
Pero si sois aficionados a las emociones fuertes, lo tenéis muy fácil.
Solo tenéis que coger vacaciones y comprobar que el alojamiento y la manutención fuera de casa han subido un 30%. Tenéis el susto garantizado.