Pedro Sánchez ha perpetrado hoy un discurso 'de hermano con claro sabor venezolano' en la primera jornada del Debate del Estado de la Nación, ese 'aquelarre parlamentario' al que no teníamos el 'placer' de asistir desde el año 2015. Son sesiones en las que los portavoces de los distintos grupos políticos hacen el 'paripé' correspondiente: unos se insultan y otros se arrojan besos y flores. Sánchez ha demostrado, de ahí el titular, que vive en otro planeta distinto al del resto de los mortales que sufrimos la crisis provocada por la gestión del gobierno socialcomunista.
Vayamos por partes. Valoración general del 'figura': la culpa de todo lo que nos pasa es, por este orden, de Putin, de la pandemia, de esos 'poderes ocultos' a los que alude, esos 'tipos malos' con puro y chistera que conspiran contra él en los reservados de carísimos restaurantes, la derecha... y el empedrado. Todos tienen la culpa de lo mal que van las cosas salvo él, que se olvida del pequeño detalle de que lleva cuatro años gobernando.
¿Qué hace un gobernante populista, de la peor especie, de una izquierda extrema antiespañola y traidora que se alía con golpistas catalanes y proetarras cuando ya se ve de salida? Pues tirar de chequera, con pólvora del rey, y trata de engañar a parte de la masa con medidas tan populacheras como clavar un impuesto a la banca y a las eléctricas. Un impuesto que, por cierto, vamos a pagar todos los consumidores porque lo repercutirán en los correspondientes recibos o en comisiones financieras.
Sánchez ha sido aplaudido sólo por su bancada y por los imberbes políticos de los bancos podemitas, de Bildu, de ERC... y poco más. El presidente, por lo demás, ha demostrado tener un supino desprecio por la división de poderes y por la Constitución al decir que la actual composición de CGPJ no responde a la voluntad y a la realidad de las urnas, como si los jueces fueran elegidos en las elecciones.
Este tío es peligroso. Es peligroso para los españoles, para el Sistema, para las libertades y para el Estado de Derecho. No es que se 'cisque' en la división de poderes... es que la da por superada. ¿Recuerdan lo que dijo en RNE?
-¿De quién depende la Fiscalía?
Pues eso. El problema que tiene no es que se le vean las ideas, es que las enseña. Los socialcomunistas van a lo suyo: 'A robar, que el tiempo se va a acabar'. Se empieza por clavar 'impuestazos' y se termina por expropiar grandes multinacionales. Podría acabar paseando, como el golpista Chávez, y dictarle al 'tiralevitas' de turno: '¡Exprópiese!'
Ayer preguntamos si Sánchez tendría narices de sentar en el banquillo a González por los GAL. Hoy pregunto si tendrá narices para expropiar el banco a su banquera favorita: Ana Patricia Botín.
¡Qué desesperado debe estar el 'sátrapa'! Esperemos que, al menos, realice una salida ordenada y democrática del poder cuando tenga que desalojar el Palacio de La Moncloa.