Este viraje de la opinión pública en España y en Europa con respecto a la guerra, por el enorme coste que está suponiendo su alargamiento en términos de la economía real, de los precios del combustible, las energías y los alimentos, etcétera, es una corriente de fondo que se está percibiendo también en las más altas esferas del poder mediático. Que, como hemos contado ya varias veces aquí en La Base, ha estado mucho tiempo creando las condiciones ideológicas para la escalada del conflicto y la adopción por parte de España de la condición de parte beligerante en esta guerra.