La elección de Gustavo Petro en Colombia está generando todo tipo de análisis y especulaciones. Lo cierto, es que por primera vez un político vinculado a la izquierda radical y que fue ex-guerrillero se sentará en el Palacio de Nariño.
Para muchos, es un golpe a la democracia de América Latina y se alineará con los políticos que representan el llamado socialismo del siglo XXI, Nicolás Maduro, Miguel Díaz-Canel, y Daniel Ortega.
Sin embargo, lo que aconteció en Colombia va mucho más allá de la victoria de Petro, significa una derrota para el uribismo, para la derecha y el centro político. Los partidos tradicionales colombianos han quedado muy golpeados y ahora se abre una nueva etapa en la vida política colombiana.