Que el problema de nuestros ministros no era tanto su sectarismo sino su deficiente formación, ya lo sabíamos. Lo que nunca pudimos imaginar es que fuera tan grave su analfabetismo funcional.
Que Nadia ('Nadie' la llaman) Calviño diga con solemnidad digna de mejor causa que Argelia está posicionada del lado de Rusia y que la culpa de nuestro conflicto con el vecino magrebí -aprovechando que el Pisuerga pasa por Ucrania- es de Vladimir Putin, es motivo de vergüenza para los españoles y de hilaridad para toda la comunidad internacional.
¿La culpa es de Putin?
¿Sí o qué, Calviño?
Señora vicepresidenta: iHan liberado a Quini!