Hace 56 años, en 1966, Mao Zedong comenzó la denominada “Revolución Cultural” en China, una campaña de masas organizada por el líder del Partido Comunista, dirigida contra los altos cargos del partido, intelectuales y a la sociedad china, que eran acusados de traicionar los ideales revolucionarios.
El principal fin de esa revolución era la de paliar el llamado divorcio entre las masas y el partido. China y su sociedad cambió a raíz de esto, y precisamente el actual presidente Xi Jinping, fue uno de los jóvenes del momento que sufrió tal ideologización.