Noam Chomsky sigue siendo un pensador en activo. Un crítico que, a sus 93 años, no quiere retirarse, aunque su edad le obligue. En los últimos años, su voz se escuchado en causas como la de la necesidad de enfrentar el cambio climático o en contra de los excesos de la presidencia de Donald Trump.
Desde su residencia en Tucson, en el estado de Arizona, Chomsky sigue la política estadounidense, la guerra en Ucrania y los cambios políticos y sociales que se producen en América Latina.