Ustedes y cualquier persona con dos dedos de frente y una pizca de sensibilidad, lo primero que hace, cuando disminuyen los ingresos en su casa, es recortar los gastos.
Y suele eliminar aquellos que no son imprescindibles.
El socialista Pedro Sánchez, no. Ni se le ha pasado por la cabeza reducir el número de ministerios, siendo como es consciente que le sobran la mitad de los 22 y que bicocas como Igualdad o Consumo solo existen para que luzcan cartera, cobren una pasta, coloquen enchufados y dispongan de niñera gratis, el tal Garzón y la consorte de Pablo Iglesias.
Hablando de Irene Montero, la que exigía en Twitter tumbar al Gobierno Rajoy cuando la inflación era del 1,1%, pero enmudece ante el 9,8% del Gobierno PSOE-Podemos, la que propone que a la teniente se le llame tenienta, y más ha aplaudido que, con cargo al sufrido contribuyente español, se den 400 euros a los jóvenos, jóvenas, y jóvenes, cuando cumplan los 18 y puedan votar, para que se lo gasten en comics, videojuegos y cine, quiero recordar que Sánchez le ha asignado la friolera de 20.000 millones.
Seguro que ustedes coinciden conmigo en que ese dinero estaría mucho mejor en manos de los pescadores, los ganaderos, los agricultores, los camioneros y los padres de familia, que se las ven y se las desean para sacar la prole adelante y llegar a fin de mes.
Por cierto, que estamos todos mirando hipnotizados la cifra de la inflación y parece que nos hemos olvidado de que ese pavoroso 9,8%, coincide con un 13% de paro.
Y con el Gobierno más caro, sectario, inepto, chapucero y mentiroso de nuestra Historia.
Echar a Sánchez y a sus compinches, antes de que España se vaya definitivamente por el sumidero, es la misión más importante, por no decir la única, que tiene en estos momentos el centroderecha y sobre todo quienes lo dirigen.
Yo espero que Feijóo, a quien en estos momentos deben de estar aplaudiendo embelesados y echando incienso los del PP en su Congreso de Sevilla, lo tenga claro.
¡A por Sánchez y su panda, que son un peligro para España!