En su cuarto día de viaje, el convoy de taxistas cumplía su objetivo y recogía en un pabellón de refugiados a las afueras de Varsovia a 133 personas. En este albergue improvisado duermen como pueden 7.000 personas que escaparon de la guerra de Rusia contra Ucrania. Esperan transporte para viajar a sus nuevos destinos y se unen a autobuses fletados por ONG’s y voluntarios, coches particulares o la caravana de taxistas que ha llegado desde Madrid para socorrerlos. Entre aplausos de los conductores