Karlos Arguiñano es uno de los cocineros más queridos de este país. El cocinero vasco se ganó el corazón de mucha gente gracias a sus apariciones televisivas, donde hacía gala de su buen humor y su habilidad para contar chistes. Se trata de un tipo simpático, que en su programa ha cantado más una canción y ha cocinado grandes platos como el solomillo Wellington, los huevos a la flamenca, el huevo de tres yemas o las tradicionales albóndigas. Más allá del foco mediático, en el que participó en programas como El Hormiguero, su vida personal y profesional ha recibido más de un revés en los últimos meses.