Hernández salió de su casa flanqueado por la policía, con grilletes en las muñecas y los tobillos, y con un chaleco blindado. Subió a un vehículo de la policía que posteriormente partió. Un helicóptero de la policía que había estado esperando en las inmediaciones levantó el vuelo, pero parecía que sólo estaba escoltando la caravana.