Meanguera (El Salvador), 10 dic (EFE).- Fidel y María de la Paz tenían grandes esperanzas de justicia para sus familiares asesinados por el Ejército de El Salvador en 1981, en plena guerra civil, pero ahora ese sentimiento se va convirtiendo en desesperanza después de que el juez que conducía el proceso penal por la matanza fuera cesado por una reforma aprobada por el Congreso.
"Hemos perdido tanto tiempo, 40 años ya y que no haya justicia. Esa era la esperanza de nosotros, que hubiera justicia (...) porque podemos perdonar pero nunca olvidar", manifestó a Efe María de la Paz Chicas, quien tenía 11 años cuando fue perpetrada la matanza y que 40 años después del hecho sigue exigiendo justicia para 25 familiares, entre ellos 3 hermanos, 1 hermana y 17 sobrinos.
Imágenes: Vladimir Chicas
Edción y locución: Annia Hidalgo Vargas.