Son más culpables que Judas. Lo sabían, mintieron porque tenían montado el aquelarre feminista del 8-M y su ineptitud, su estupidez y su sectarismo hizo que la peste se llevará por delante a decenas de miles de españoles.
Por culpa de Sánchez y sus compinches, la mejor generación de las últimas décadas, la que levantó el país, trabajo de sol a sol y cimentó la democracia en España, murió en masa sin respiradores, sin sitio en las UCIs y en soledad. Y tienen que pagar por ello.
Si hubiera una Fiscalía a la altura de su misión, ya habría abierto diligencias para investigar la ‘delación’ de Yolanda Díaz, la primera que ‘canta’ en del Gobierno PSOE-Podemos.
La denuncia de la comunista Díaz llega tarde para los muertos, pero no para exigir responsabilidades a Pedro Sánchez, Yolanda Díaz, Carmen Calvo, Pablo Iglesias, Irene Montero y compinches, porque las víctimas tienen derecho a querellarse contra ellos.
Hay un viejo aforismo español, según el cual no se debe atribuir a la maldad lo que solo es producto de la estupidez, pero en este turbio asunto coinciden ambos pecados.
Fue y sigue siendo una conducta miserable. No han reconocido ni la cifra real de fallecidos –que es enorme- y jamás han mostrado el mínimo arrepentimiento.
No quiero hurgar en la herida, pero recuerden que, a muchos miles de españoles, en su inmensa mayoría mayores de 70 años, que llevaban cuatro décadas cotizando como descosidos y alimentando la Seguridad Social, se les negó hasta lo más esencial y fallecieron asfixiados, como peces fuera del agua, y en soledad –porque ni siquiera se dejó a sus familiares acercarse a ellos en los últimos momentos o enterrarlos con dignidad- mientras una turba de majaderos intercambiaba croquetas y canciones desde los balcones.
No voy a entrar en las motivaciones de la comunista Díaz y me importa un comino si hay de fondo una jugada siniestra para hacerse un hueco electoral, desgastando a Sánchez y al PSOE.
Lo que tengo claro y me importa es que mintieron a sabiendas, estafaron a la ciudadanía, se olvidaron de la vida de la gente por mezquinos intereses partidistas y deben pagar.
Y en los tribunales.