Emilia padecía una enfermedad que la obligaba a estar en la cama: Una luxación de cadera congénita. Este sábado se quitó la vida tirándose por la ventana en el barrio zaragozano de Las Fuentes. Tenía 83 años y había solicitado la eutanasia pero el trámite ni siquiera se puso en marcha. Según la asociación Derecho a Morir Dignamente, ni su médica de cabecera ni otros responsables del centro de salud en donde la atendían decidieron registrar la petición.