No, no es una Final, pero sí un Clásico ante el rival más odiado por parte de Cruz Azul. El triunfo era vital, en juego estaban los puntos para acercarse a la clasificación directa, el orgullo, el inicio de una semana clave para Juan Reynoso y sus dirigidos, quienes gracias al enésimo error defensivo del América en el semestre vencieron 2-1 a las Águilas.