Descubren los restos fósiles de un águila de 25 millones de años de edad

2021-09-29 7,337

Un equipo de paleontólogos ha descubierto en Australia los restos de una nueva especie fósil de ave que vivió durante el Oligoceno tardío. Bautizada como Archaehierax sylvestris, esta especie es una de las aves rapaces con forma de águila más antiguas del mundo. “Se trata del águila más grande conocida en Australia para este periodo de tiempo”, explica Ellen Mather, investigadora en la Universidad de Flinders y primera autora de este trabajo que se publica en la revista Historical Biology.

"Las águilas se sitúan en la parte superior de la cadena alimentaria, por lo que no eran muy abundantes, y por eso rara vez se conservan como fósiles", explica el coautor Trevor Worthy. “Es raro, incluso, encontrar un hueso de un águila fósil. Conseguir desenterrar la mayor parte del esqueleto es bastante emocionante, especialmente teniendo en cuenta la edad de los restos”.

El entorno australiano durante el Oligoceno fue muy diferente al actual. Los restos de Archaehierax fueron encontrados en la orilla árida de un lago seco (conocido como lago Pinpa) en un desolado hábitat de desierto arenoso durante las investigaciones en curso de la Universidad de Flinders sobre un antiguo ecosistema de la época en la que el interior de Australia estaba cubierto de árboles y bosques verdes.

Cazar entre los árboles
¿Cómo evitaba esta águila de gran tamaño las colisiones con los árboles mientras cazaba? Los huesos fósiles revelan que las alas de Archaehierax eran cortas para su tamaño, muy parecidas a las de las especies de águilas que viven en los bosques hoy en día. En cambio, sus patas eran relativamente largas y le habrían dado un alcance considerable”, explica Mather. “La combinación de estos rasgos sugiere que Archaehierax era un volador ágil pero no muy rápido, y cazaría tendiendo emboscadas a sus presas. Fue uno de los principales depredadores terrestres del Oligoceno tardío, y se abalanzaba sobre aves y mamíferos que vivían en ese momento”.

Archaehierax habría cazado koalas, zarigüeyas y otros animales en los árboles que rodean un vasto lago poco profundo, en el que abundaban las aves acuáticas, los cormoranes y los flamencos. De todas las especies conocidas en este sitio, Archaehierax es una de las mejor conservadas; el esqueleto fósil parcial se compone de 63 huesos.

“La integridad del esqueleto de Archaehierax nos permitió determinar dónde encaja en el árbol genealógico del águila. Muestra una variedad de características diferentes a las que se ven entre los halcones y águilas modernos”, explica Mather.

“Descubrimos que Archaehierax no pertenecía a ninguno de los géneros o familias vivientes. Parece haber sido su propia rama única de la familia de las águilas”, reflexiona. "Es poco probable que sea un antepasado directo de alguna especie viva en la actualidad".