Johannesburgo (Sudáfrica), 17 sep (EFE/EPA).- "Una experiencia traumática de auténtico terror". Así recuerda Surav Jimmi, vecino de Durban, la ola de disturbios que, con la Policía desbordada, dejó 354 muertos en Sudáfrica en julio. Jimmi, como muchos sudafricanos, tramita ahora su licencia de armas porque no ve otra forma de estar a salvo.