Las frases que no se deben decir a un niño cuando llora

2021-08-03 18,136

No siempre entendemos los motivos por los que llora un niño, ni siempre nos pilla con el mismo estado de ánimo o de humor: el cansancio, los nervios y la sobrecarga de tareas pueden pasarnos factura y hacer que no tengamos la paciencia en nuestros máximos niveles, sin embargo, es importante saber que hay frases con las que podemos perjudicar más que beneficiar a nuestros hijos si se encuentran en pleno llanto.

En primer lugar es importante saber que cuando un niño llora lo hace por un motivo, puede que ese motivo nos parezca insignificante, pero el llanto es una forma de expresarnos cuando las palabras faltan, de comunicarnos y de desahogarnos. Cuando son bebés el llanto es la primera expresión a la que pueden recurrir para comunicarse y la forma que tienen de hacernos saber que necesitan algo, ya sea porque tiene hambre, frío, calor, dolor o porque nos necesitan a su lado.

Cuando los niños van creciendo, van contando cada vez con más vocabulario y recursos para expresar sus emociones, pero no siempre es suficiente y el llanto es una forma más de expresión. Es frecuente recurrir a frases del tipo “no llores” o “deja de llorar”, pero debemos ser conscientes de que no son acertadas.

Es importante validar las emociones y sentimientos de los niños y no reprimirlos, de lo contrario lanzamos un mensaje que relaciona el llanto con algo negativo, que debe ocultarse o que provoca vergüenza y esto repercute en la autoestima y en el desarrollo emocional que tendremos como adultos. Además muchas veces recurrimos a frases sexistas que son muy perjudiciales, como relacionar el llanto con algo propiamente femenino.

A continuación vamos a hablar de las frases más frecuentes que utilizamos y que no se deben decir a un niño cuando llora, ya que más que calmar o ser de ayuda, consiguen un efecto negativo y, en la mayoría de los casos, solo sirven para acrecentar el llanto.

Es importante que los niños sientan que pueden desahogarse y que cuando lloran pueden contar con nosotros, que estamos ahí para escucharles y para tratar de ayudarles a buscar una solución al problema por el que lloran, que podemos ayudarles a calmar el dolor si es lo que les provoca el llanto y que estamos a su lado para que se desahoguen cuando se sienten frustrados, confundidos o enfadados.

Entender y gestionar las emociones no es fácil para los adultos, imaginemos entonces lo difícil que es para un niño…Paciencia, amor, empatía y comprensión son las claves para responder ante las lágrimas infantiles.