Según las creencias de las tribus que habitan la región del río Sepik, en Papúa Nueva Guinea, sus antepasados eran los cocodrilos.
Las casas espirituales representan una creencia que venera a los espíritus que se manifiestancomo animales.
Según la leyenda, algunos salieron del agua y se adentraron en la tierra. Con el tiempo, acabaron convirtiéndose en humanos.
Los hombres de la tribu realizan un rito iniciático en la casa espiritual para adquirir la fuerza de los cocodrilos. Con una cuchilla, realizan cortes en pecho y espalda que se convertirán en abultadas cicatrices para aparentar la piel del cocodrilo.
Hace años, utilizaban bambú para hacerse los cortes. Hoy en día utilizan cuchillas de afeitar.
Tras la ceremonia, pueden pasar varios meses dentro de la casa espiritual aprendiendo habilidades para su nueva vida de hombres iniciados.