La floración de los campos de lavanda y su entorno entre violeta y púrpura ha vuelto ha impregnar este mes de julio las tierras alcarreñas, concretamente la localidad de Brihuega. Si bien la epidemia del COVID-19 ha podido influir en la disminución de turismo extranjero este año, desde el Ayuntamiento creen que podrá suplirse con el incremento del nacional.