En España no hay presos políticos, pero sí indultados políticos gracias a Sánchez. Y no se persiguen las ideas separatistas, sino que se premian por este Gobierno.
A pesar de todo, la sociedad española tiene mucha más memoria y dignidad de lo que Sánchez cree. No le saldrá bien.
Si Sánchez y sus ministros quieren librar a políticos separatistas de las multas del Tribunal de Cuentas lo tienen fácil: que las paguen ellos de su bolsillo. Pero que no nos hagan pagar a todos los españoles las barbaridades de sus socios. Ya está bien.