Es el sueño de todo niño; tener una habitación que le permita jugar hasta cansarse y que parezca un mundo aparte. Por eso, este papá se ha puesto manos a la obra y explica cómo ha conseguido que el cuarto de sus hijos esté lleno de escondites secretos y lugares a los que trepar, ¡como si fuera una cabaña en lo alto de un árbol!
Y además...
De lo más cómico: ¿qué pasa cuando padres e hijos intercambian caras?
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