La Administración Biden ha lanzado la idea de un impuesto de sociedades mínimo global. Esto genera complicaciones diversas porque algunos países han basado su crecimiento en el atractivo de los impuestos bajos y seguridad jurídica. ¿Podía Irlanda ofrecer algo distinto cuando adoptó esa política?
Pero, además, tenemos un problema porque una tributación mínima podría complicar la existencia de la Zona Especial Canaria o restar atractivo a la RIC. En el Gobierno de Canarias trabajan con la idea de pelear para conseguir las mejores condiciones posibles pero admitamos que las relaciones exteriores de España no pasan por su mejor momento.