EN 2020 España batió un record muy notable: Destinó al pago de salarios de trabajadores y cargos públicos la cantidad de 140 mil millones de euros. Algo más de tres millones de trabajadores consumen los mismos recursos que los 9,5 millones de pensionistas. El pago a aquellos trabajadores suponen el 12,5% del PIB, uno de cada ocho euros que genera nuestra economía se destina a tal fin. Es tan impactante el dato, que todo lo que se recauda por IRPF y el 83% de lo que se ingresa por IVA es necesario para atender esa obligación. Mientras el año pasado se incrementó el número de empleados públicos en 125 mil, se perdieron 1,2 millones de puestos de trabajo privados. Es claro que el estado, para su funcionamiento, precisa de trabajadores pero es menester plantearse si es sostenible lo que hoy tenemos