El presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió a occidente de que lamentará cualquier provocación y que el Kremlin responderá de manera "asimétrica, rápida y dura" si algún país decide cruzar "líneas rojas".
Las declaraciones del mandatario ruso se realizan al mismo tiempo que se produjeron más de mil detenciones en las protestas a favor del líder opositor Alexei Navalni.