Atenas (Grecia), 15 abr (EFE).- (Imagen: Alberto Borreguero) Hay lugares paradisíacos, donde la mente echa a volar. Suelen ser parajes remotos en plena naturaleza. Hay otros que podrían ser de ensueño si no estuvieran siempre abarrotados. La Acrópolis de Atenas es uno de ellos. El coronavirus ha hecho posible el milagro y ha convertido la roca sagrada en un paraíso inconcebible desde que existe el turismo.