Listvianka (Rusia), 1 abr (EFE).- (Imagen: Ignacio Ortega) El cierre de las fronteras y la relajación de las medidas sanitarias han convertido al lago Baikal en un lugar de peregrinación entre los rusos durante los últimos meses de pandemia. En el hielo del lago siberiano no hay hueco para mascarillas ni para los botes de desinfectante para las manos.