Madrid, 25 mar (EFE).- El cáncer de cérvix o cáncer de cuello uterino es uno de los tipos de cáncer más comunes en el mundo, aunque en los países desarrollados su incidencia ha disminuido en las últimas décadas, los doctores urgen por convertirlo “en un hecho del pasado” reforzando las campañas de prevención y vacunación.
El doctor Antonio Forgiarini, en entrevista a Efe, reconoce que la detección temprana es fundamental para reducir la mortalidad: “gracias a estos cribados que son muy sencillos, requieren una visita de 10-15 minutos cada año o cada dos años dependiendo del caso, podemos evitar un cáncer que es muy peligroso y que es muy demoledor”.
Una opinión que comparte su compañero de profesión, el doctor Lucas Minig, quien añadió valor a la prevención, ya que “suele ser un cáncer de crecimiento lento” y afecta a las mujeres entre 35 y 55 años de edad.
En España, según datos de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), en 2020 se diagnosticaron 1.957 casos nuevos, un 3 % de los tumores femeninos; mientras que la incidencia poblacional mantuvo una tendencia a la baja desde los años 60.
Mañana, 26 de marzo, se celebra el Día Mundial de cáncer de cérvix, todavía el cuarto cáncer más frecuente en mujeres en el mundo -con 604.127 casos nuevos el año pasado-, después del de mama, y el cuarto de todos los cánceres, provocando la muerte de 341.831 mujeres y con más de 20 millones en riesgo de desarrollar la patología.