Bruselas (Bélgica), 13 mar (EFE).- (Imagen: Leo Rodríguez) La iglesia de San Juan Bautista, erigida en el siglo XVII en el corazón de Bruselas, se ha reconvertido en cuatro ocasiones en escenario de protesta de refugiados para luchar por su regularización en Bélgica. Desde enero, el templo acoge a casi 200 indocumentados que dan de nuevo la batalla para dejar de ser “ciudadanos fantasma”.