Comercios con toque de queda, horarios restringidos para la restauración, casi 800.000 trabajadores en ERTE y muchos de ellos sin cobrar nada, casi 4 millones de desempleados, una crisis económica sin precedentes, reuniones reducidas, multas por concentrarse más gente de la acordada y mientras, desde el Gobierno de España pensando en celebrar manifestaciones con motivo del 8-M.
Las palabras de Simón, no sólo demuestran que, un año y casi 90.000 muertos después, no se ha aprendido nada de nada. Este es el nivel de los que nos gobiernan.