Al ser preguntado si le parece adecuado que un vicepresidente del Gobierno de España ponga en solfa la democracia de un país, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León fue contundente: “La democracia de un país se pone en solfa desde que el Partido Comunista, que es al que pertenece este señor [Pablo Iglesias], forma parte del Gobierno”.
Unas palabras que rápidamente dispararon la indignación de los representantes de la extrema izquierda.