La rebelión de la generalidad fue un golpe a la nación española. Contrariamente a la extendida opinión de que supuso un golpe de Estado, en realidad fue algo más grave. El golpe de Estado tradicional ataca a lo constituido: a la forma del Estado, a la forma de gobierno o al propio gobierno para derribarlo.
Sin embargo, la agresiva de la conjura de las instituciones regionales catalanas se dirigió contra la unidad de lo que sustenta a todo lo constituido y que es lo constituyente: la nación, la reunido de todos los españoles. Las acciones políticas de los rebeldes nunca recibieron contestación. El gobierno de España las consintió todas.
Su pasividad amparó la escalada de tensión hasta el punto de que el rey denunció su inacción en un mensaje televisado. Golpe a la nación. Crónica de una conjura consentida examina los antecedentes que condujeron a la crisis y hace un relato pormenores de los acontecimientos de las ocho semanas de la rebelión. Despeja las relaciones de unos hechos con otros, analiza el significado político de cada uno y desnuda el resultado de conjunto.