En tiempos de ruido informativo, donde millones de personas se convierten en emisores de contenido, la responsabilidad periodística se hace aún más necesaria.
La desinformación genera ansiedad, pasiones enfrentadas, comentarios tendenciosos, descontento popular, y puede llegar, incluso, a provocar acciones violentas.
Estar informado, leer noticias donde se presentan tanto el problema como los distintos matices que lo conforman, sin aspavientos o efectismos, es lo más sensato. Siempre lo ha sido, desde la aparición de los primeros rotativos hasta nuestros días, donde el mundo digital multiplica el abanico informativo y de algún modo abruma al receptor.
Por eso, darle la cara a la noticia, ser independientes, honestos, mostrar las diversas aristas de un tema, asumir responsabilidades, con defectos y virtudes, rectificar, proteger a la fuente y escuchar al lector, es respetar el periodismo, y es el motor que impulsa las coberturas diarias y la gestión digital de Diario Las Américas.