Rangún (Birmania), 4 feb (EFE/EPA).- Miles de residentes de Rangún, la antigua capital y ciudad más poblada de Birmania, protestaron por segundo dÃa consecutivo y con mayor intensidad contra el golpe de Estado con ruidosas caceroladas.
Desde sus balcones o a pie de calle, los residentes golpeaban una y otra vez sartenes y utensilios de cocina, cuyo sonido metálico se fusionaba con el claxon de los automóviles, para terminar cantando a coro y a la luz del alumbrado público el himno nacional del paÃs y canciones de las protestas de 1988.
Imagen: Lynn Bo Bo/Nyein ChanNaing