La búsqueda de la verdad a través de una lente científica nos está permitiendo reconstruir la historia de los orígenes humanos a partir de los fósiles de nuestros antepasados. La historia ciertamente es incompleta y su narración se reforma continuamente tras nuevos hallazgos de registros fósiles. Lo mismo ocurre en el mundo animal y vegetal.
En el caso de los dinosaurios, estos representan, probablemente, las criaturas más increíbles que gobernaron el planeta durante más de 160 millones de años. Desde el tamaño de un colibrí hasta la envergadura de camiones y edificios, estos feroces saurópsidos lucharon una vez por el dominio terrestre, pero acabaron extinguiéndose hace unos 65 millones de años.
Afortunadamente, gracias a los fósiles, la evidencia sólida detrás de nuestra imagen de la vida en la Tierra, tenemos una buena fuente de información sobre la vida prehistórica en nuestro planeta.
En algunos casos, estos fósiles tienden a conservarse de la manera más extraña y en los lugares más inusuales que podríamos imaginar. Muchos paleontólogos han estado cavando y descubriendo estos fósiles en diversas ubicaciones geográficas desde el siglo XVII hasta nuestros días. Y es que saber cuándo y dónde aparecieron los fósiles más antiguos de diferentes especies nos aporta nuevos detalles sobre el árbol evolutivo del planeta.
Por raros e impresionantes que puedan ser, no todos los fósiles son igualmente famosos, o han tenido el mismo efecto profundo en la paleontología y en nuestra comprensión de la vida durante estos tiempos remotos. Hoy repasamos los fósiles más destacados del mundo.