Un supositorio es otra forma de administrar un determinado medicamento, al igual que lo hacemos al tragar una píldora, beber un líquido o recibir una inyección. Consiste en un objeto de pequeño tamaño, con forma de cono o redondo, que se administra por vía rectal. Una vez en el interior del cuerpo, se disuelve o se derrite, liberando su medicación.
Es bastante posible que los supositorios no sean el producto más agradable que usarás, pero pueden ser efectivos en algunos casos, sobre todo para tratar el estreñimiento.
Los supositorios de glicerina son medicamentos con efectos laxantes, siendo verdaderamente útiles en casos de estreñimiento ocasional, al ayudar a estimular la defecación, ya que la glicerina es capaz de atraer el agua hacia la zona donde ha sido aplicado, haciendo que el tamaño de las heces aumente, y ocasionar un efecto irritante ligero sobre los intestinos, estimulando su movimiento.
También ejerce cierto efecto lubricante, por lo que ayuda de manera positiva a la hora de facilitar la expulsión o la evacuación de las heces. Y pueden ser usados no solo en niños pequeños sino también en bebés lactantes.