En el evangelio de este domingo escuchamos el relato de la anunciación: el ángel Gabriel es enviado por Dios a una jovencita llamada María, y le anuncia que será la madre de Jesús, el hijo de Dios, y esto será posible porque el Espíritu Santo descenderá sobre élla y el poder del Altísimo la cubrirá con su sombra, no será obra humana sino de Dios.