Pekín/Washington, 22 dic (EFE/EPA).- La pandemia ha pisado el acelerador de la pugna entre Estados Unidos y China, una batalla comercial y tecnológica por el control de los mercados emergentes que ha afectado de lleno a Latinoamérica.
Contener el ascenso de China fue una de las obsesiones del presidente saliente estadounidense, Donald Trump, cuyas políticas proteccionistas tendrá que calibrar su sucesor, Joe Biden, mientras Pekín avanza en su campaña para ampliar sus redes de influencia, especialmente en los países en desarrollo.
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