Cientos de guatemaltecos quemaron el sábado la sede del Congreso en una protesta en la que pidieron la renuncia del presidente, Alejandro Giammattei, tras la aprobación del presupuesto para 2021, el más alto en la historia del país pero que no contempla un aumento de las partidas sociales y por el que se prevé un fuerte endeudamiento público.