Juan Pablo II y Benedicto XVI hicieron oídos sordos a las acusaciones
contra el exarzobispo de Washington, Theodore McCarrick, por abusos a
menores. Así lo muestra la investigación publicada por el Vaticano, en
la que se muestra qué errores se cometieron para que McCarrick pudiera
escalar posiciones, a pesar de las acusaciones de abusos. Por el
contrario, muestra que el Papa Francisco tuvo poca responsabilidad en el
caso.