El asesinato del profesor Samuel Paty por parte de extremistas islámicos sigue generando consecuencias. El gobierno turco ha criticado la postura del gobierno francés, a tal punto que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, recomendara a su homólogo Emmanuel Macron, hacerse un "control mental por su obsesión con el islam". Las crispaciones han subido y los niveles de tensión entre París y Ankara siguen en aumento.