Manila (Filipinas), 3 sep (EFE/EPA).- Jocelyn Pascua, una filipina de 30 años, ha tenido que esperar cuatro meses para poder acudir a una clínica de planificación familiar en Manila y cambiar su implante subcutáneo anticonceptivo que caducó en abril, una espera marcada por la preocupación de engendrar otro hijo que no se puede permitir.
Imagen: Francis Malasig/Rolex dela Pena/Mark Cristino.
Edición y locución: María Nicole Protonentis.