El juez Juan José Escalonilla imputa a Podemos y a varios de sus dirigentes dos delitos relacionados con la financiación ilegal del partido (ya apuntada por el Tribunal de Cuentas) y el cobro de comisiones o sobresueldos por parte de algunos líderes.
La solidaridad bien entendida empieza por uno mismo en el chalet de Galapagar, aunque para ponerla en práctica sea menester emular las conductas de esa «casta» facha y casposa parasitaria del sistema corrupto que los discípulos del mesías morado venían a regenerar. Presuntamente, por supuesto.
El titular del juzgado 42 de Madrid se ha convertido de inmediato en víctima de una feroz campaña de desprestigio lanzada por los investigados y sus múltiples medios lacayos.
Pero, como subraya Alfonso Rojo en 'Estado de Alarma', no hay que dejarse deslumbrar por eso o poner el foco en la coleta de Iglesias o el chalet de su consorte ministra. Ni siquiera con loas bobadas de Monedero:
"El culpable, el origen del mal, el riesgo parea España es Pedro Sánchez y ese PSOE que aplaude ovino todas sus mentiras y traiciones".