En Bolivia, contradicciones en el discurso del gobierno de facto demuestran el uso político de la pandemia de COVID-19 en favor de la administración y de su candidata, que funge como presidenta autoproclamada, Jeaninne Áñez, quien se ha negado a promulgar la ley aprobada por las Cámaras para que las clínicas privadas atiendan a pacientes con COVID-19, pese a que hace dos semanas, el ministro de Gobierno anunció la expropiación o intervención de clínicas privadas para el mismo fin. teleSUR