Estos gestos, que en muchas ocasiones realizamos de manera inconsciente, podrían ser indicios de una posible presbicia: alejarse el libro para leer, agrandar el tamaño de letra de nuestro móvil o guiñar los ojos para intentar enfocar de cerca.
Según el estudio sobre la presbicia VER&SE BIEN realizado por Essilor y la Sociedad Española de Oftalmología a 3.000 españoles entre 39 y 54 años, a pesar de notar síntomas, retrasamos bastante la corrección de la presbicia. Entre las principales razones, el componente emocional, nos cuesta hacernos mayores y la sensación de poder aguantar aunque no veamos bien.
La presbicia aparece de forma gradual aproximadamente a partir de los 40 años y evoluciona con el paso del tiempo. Por ello es importante realizarse revisiones al menos una vez al año en el profesional de la salud visual.
(Fuente: Jordi Dominguez Gris)