Bruselas (Bélgica), 27 jun (EFE).- (Imagen: Leo Rodríguez) Pasear por la calle con mascarilla, algo que en los países europeos solo hacía hasta hace poco algún turista asiático, se ha convertido desde que comenzó la pandemia de COVID-19 en una práctica habitual, transformando a los ciudadanos en personas de rostros anónimos, irreconocibles y sin emociones.